viernes, 27 de mayo de 2016

domingo, 22 de mayo de 2016

(des)aprender

Tenemos que volver a aprender a mirarnos.
Ese extraño ritual,
cruce de miradas
de igual a igual.

Tenemos que volver a aprender a sostenernos las manos.
No a agarrárnoslas,
ni buscar explicación
cuando está de más.

La gente ya no quiere hijos,
y el mundo
lo está empezando a sospechar:
No quiere habitar este mundo tan feo.

Entre éstos muros de hormigón
muchos soñaron con derribar el sólido
para poder mirar al cielo.
Hormigas que se besan con prisa,
esclavos del dinero,
jóvenes inundados en garrafón.

Explícale a los niños del colegio
que su futuro pasa por un sueldo 
que les pueda asegurar dormir bajo techo.
No por encontrar felicidad 
entre tanto cemento y vaivén
fríamente trazado.

Personas deslizándose sobre el asfalto
hoy vuelven a llegar tarde al trabajo.

Las agujas corren y la espiral se cierra.

Pero aún podemos recuperar nuestro tiempo.




miércoles, 11 de mayo de 2016

Ahora lo sé

Ahora lo sé.

Nunca quise irme. Mis fantasmas han vuelto pero tú ya no estás para correr las cortinas y pedirles que se vayan. Estoy aprendiendo a vivir con ellos, a asumir la constante ausencia de calor mientras comparto línea horizontal con el suelo de mi habitación. Nunca quise marcharme: ahora lo sé. He vuelto a subir las escaleras pensando en ti, y al girarme para buscar, tú no estabas para mirarme. Supongo que ya no puedo mirar atrás si lo que quiero es encontrarte.

Eso sí: tampoco quise quedarme. La lengua que recorría tu vientre temblaba por miedo a cortarse. Lloré mi perdida, ahora lo sé. Llegué a perderme y temí a no poder volver, a quedarme inerte mirando al techo mientras las agujas corrían como si fuesen a llegar a ninguna parte.

Ahora lo sé: nunca quise irme. Tampoco quise quedarme.

Me he dedicado a memorizar instantes. He decidido apartarme y aprender. Mis fantasmas me ayudan, me empujan y no me dejan volver de donde quise marcharme. Tal vez jamás me perdone. Pero quedándome nunca iba a perdonarme.

Día 18.

Ahora lo sé.

lunes, 2 de mayo de 2016

Lectura de "Barrio de Maravillas", de Rosa Chacel, en Aleatorio.


Con motivo de las fiestas del barrio de Malasaña, se ha realizado en Aleatorio la lectura íntegra del libro Barrio de Maravillas, de Rosa Chacel. En él, capta lugares y momentos que vivió durante su estancia en el barrio de 1908 a 1911. He tenido la suerte —gracias a Aleatorio, Escandar Algeet y compañía— de poder leer varias páginas del libro junto a otras personas que se ofrecieron voluntarias.

Personas como Ana Rossetti (escritora), Pablo Lapeña (colega) o el mismo Escandar Algeet.




Sábado 30 de abril, 2016.



Domingo 1 de mayo, 2016



Fotografías extraídas del twitter de Aleatorio (@aleatorio_bar) y de la cámara de Andrea López (@fromcaion). Todos los derechos (y la magia), son suyos.





Gracias.

Cerraduras y llaves

No quiero ser candado.

Quiero ser mar,
ola incansable 
en el lomo de tu cuerpo.

No quiero ser pozo,
hundido en la amargura de cotidiana realidad,
de tardes perdidas.

Quiero ser océano,
surcar tu vientre en busca del lunar enterrado
en el vello de tu ombligo.

No quiero ser espejo,
ni mala cara al despertar.

Quiero ser la confianza
de saber,
que puedes
-y quieres-
ir y volver a tu antojo.

No quiero ser guerra,
sino refugio.

No quiero ser cerradura,
tampoco llave.

¿Existe algo más horrible que un candado para simbolizar el amor?