Escucho, aprendo, escribo. Tomo nota de lo sucedido y me columpio errando de nuevo.
Lloro, me acuesto, sueño. Vuelvo a despertar y sigo soñando. Has vuelto pero yo ya no estoy: no me encuentro.
Divago, divago, divago. Mente fría, músculos cansados de tanto tensarse. Sudor cayendo por mi espalda.
Me equivoco.
Me equivoco.
Me equivoco.