me cuesta observarme entre el humo
cabalgando por no torcer la línea recta.
el tibio recuerdo del vagón
dejándose llevar hacia ningún lugar.

me cuesta reconocerme
en un espejo, que no es mío.
pues en lo ajeno siempre es doloroso
hallar las manos cortadas.

he luchado contra mi sombra.
discuto constantemente con el recuerdo.
he hecho del discurso una máscara:
borrar y pegar.

en mis pasos hallo duda, no tengo coartada.
siento miedo constante, a no ser lo que esperas.
el cristal sólo escupe,
no me quedan palabras.

de la habitación guardo el calor,
pero es el frío quien me recuerda
que tensar la cuerda, sólo,
me sirve para no sentirme vacío.

en una cara que no reconozco
encuentro el tan desafinado
musical para seguir bailando.
ya ni sé, si quiero ponerme los zapatos.

acostumbrado al miedo

me ahogue en un mar con mis propias balas.

deshice el cuerpo.

buscándome el límite

encontré mi mejor versión viajando hacia el recuerdo.

destrocé mis alas.

siento tanto lo siento.

tengo pánico a volver.

ya fui castigo y me cuesta

dejar de asociarlo al presente.