domingo, 22 de mayo de 2016

(des)aprender

Tenemos que volver a aprender a mirarnos.
Ese extraño ritual,
cruce de miradas
de igual a igual.

Tenemos que volver a aprender a sostenernos las manos.
No a agarrárnoslas,
ni buscar explicación
cuando está de más.

La gente ya no quiere hijos,
y el mundo
lo está empezando a sospechar:
No quiere habitar este mundo tan feo.

Entre éstos muros de hormigón
muchos soñaron con derribar el sólido
para poder mirar al cielo.
Hormigas que se besan con prisa,
esclavos del dinero,
jóvenes inundados en garrafón.

Explícale a los niños del colegio
que su futuro pasa por un sueldo 
que les pueda asegurar dormir bajo techo.
No por encontrar felicidad 
entre tanto cemento y vaivén
fríamente trazado.

Personas deslizándose sobre el asfalto
hoy vuelven a llegar tarde al trabajo.

Las agujas corren y la espiral se cierra.

Pero aún podemos recuperar nuestro tiempo.




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